Economía

Entregan modificación que excluye al destilado como una “sustancia de almacenamiento peligrosa”

La gestión de autoridades regionales y nacionales permitió que luego de un año de tramitación, el Ministerio de Salud marginara al alcohol etílico y sus derivados.

La producción, elaboración y comercialización de alcoholes etílicos, bebidas alcohólicas con más de 24º de alcohol  y vinagres son reguladas por la ley Nº 18.455 y fiscalizadas por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Pero el Ministerio de Salud aprobó el Reglamento de Almacenamiento de Sustancias Peligrosas, “Decreto Supremo 78” para fiscalizar los problemas que se presentan en los siniestros en que existen sustancias peligrosas, el cual incluyó a las bebidas alcohólicas. La normativa,  fue promulgada el 26 de noviembre de 2009, publicada en el diario oficial el 11 de septiembre de 2010 y comenzó a regir en marzo de 2011.

En septiembre de 2011, los productores de pisco dieron a conocer su disconformidad por ser incluido en dicha normativa, cuya aplicación no permitía el envejecimiento del pisco en madera ni tampoco su almacenamiento bajo tierra, dos procedimientos fundamentales en su elaboración, condiciones extremadamente estrictas, que atentan contra la tradición y esquemas ancestrales en la elaboración del pisco en la III y IV regiones.

Cuando se establecieron cuáles son las sustancias peligrosas incluidas en dicha normativa, el reglamento remite a la NCh 382, la cual considera, de acuerdo a una codificación de la Naciones Unidas, aproximadamente 3376 sustancias de distinta índole y con distintos grados de peligrosidad y, entre ellas, en el N° 1170, considera el Etanol y con el N° 3065 las bebidas alcohólicas sobre 24° GL. En la elaboración del reglamento  participó el Ministerio de Salud, las Asociaciones de Industriales Químicos, distribuidores de Insumos Agrícolas y Plaguicidas, Ministerio de Minería, Sofofa, entre otros, todos sectores que trabajan activamente con sustancias peligrosas, no así la Asociación de Productores de Pisco.

Luego de una reunión con el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, solicitada por ex intendente de Coquimbo, Sergio Gahona, el senador Gonzalo Uriarte, el diputado Mario Bertolino, autoridades regionales y productores de pisco, se logró que en noviembre de 2011, la Seremi de Salud de Coquimbo hiciera entrega oficial a la Asociación de Productores de Pisco A.G, de una circular interna N° 36, del Ministerio de Salud, que «suspendía» cualquier fiscalización que se hubiera iniciado en el MINSAL con ocasión de la aplicación del DS-78 que regula el almacenamiento de sustancias peligrosas, entre las que se incluye el alcohol etílico y sus derivados, entre ellos el pisco.

Posteriormente el Ministerio de Salud siguió trabajando en una modificación del DS N° 78 de 2009, con el objeto de excluir expresamente estas sustancias de su ámbito de aplicación en su artículo 3° que se refiere a las bebidas alcohólicas”,  cambio que fue aprobado y entregado hoy oficialmente por el parlamentario a los productores, aplicándose el criterio que las bebidas alcohólicas siguen siendo controladas por la ley 18.455, por lo tanto vuelve la competencia al Servicio Agrícola y Ganadero.

El vicepresidente de la Asociación de Productores de Pisco, Francisco Peñafiel valoró que el pisco siga siendo regulado por la ley 18.455 y fiscalizado por el SAG, “el hecho que este decreto venga a poner orden en la legislación nacional es muy importante porque se puede se puede estar comercializando el producto con tranquilidad. En nuestro caso con Pisco Mal Paso sufrimos una notificación de una de las grandes cadenas en Santiago que nos dijo que el producto tenía que salir porque no tenía la ficha de seguridad que tenía que entregar el Ministerio de Salud”.

El gerente de la Asociación de Productores de Pisco A.G., Fernando Herrera con satisfacción dijo que “se tomó la razón que había un error que se había cometido con respecto a esta incorporación. Lo que pasa es que el listado de sustancias peligrosas es extenso de más de 3.500 sustancias y no se observó que estaban incluidas las bebidas alcohólicas de más de 24°. Fuimos acompañados de parlamentarios al Ministerio de Salud y el ministro dijo que ese error iba a ser subsanado, con este decreto queda demostrado que fue subsanado”. Explicó de seguir dicha normativa, el impacto habría sido en la imagen del producto, porque hemos tratado de consolidar un producto emblemático del país, imagínese considerado sustancia peligrosa por la misma legislación era prácticamente incompatible”.

El Senador Gonzalo Uriarte señaló que “esto fue una pesadilla que partió en septiembre de 2011 y no paramos hasta llegar con el decreto firmado y con la toma de razón del Contralor General de la República. Trabajamos mucho con el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, con el Ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet y con todos los equipos jurídicos de uno y otros ministerios para excluir al pisco de este listado que nos pareció muy absurdo, pero además injusto y perjudicial”.

El parlamentario agregó que “en nuestra región hay más de 65 mil personas que dependen de la actividad pisquera. Es mucho lo que estaba en juego y tenemos más de 10 mil hectáreas que están en plena producción y que estaban amenazadas por un decreto que se había firmado en 2009, y que no tenía mayor asidero con la realidad y la forma que se ha operado, manipulado y trabajado la uva pisquera. Es una buena noticia para los pequeños productores y para la región, que está llamada a transformarse en una potencia alimentaria”.

 

 

Cifras de la agroindustria pisquera

•          10.504 hectáreas destinadas a la vid pisquera, constituyéndose en la segunda especie de mayor importancia entre los cultivos anuales y permanentes en las regiones de Coquimbo y Atacama, luego de la uva de mesa.

•          2.726 productores dedicados al rubro pisquero;  el 70% de ellos, con superficies menores a 12 hectáreas de riego básico, siendo uno de los rubros de mayor importancia para la pequeña agricultura.

•          75% de los productores de vid pisquera asociados a las cooperativas, siendo ésta la forma más relevante de organización productiva existente en las regiones del norte del país.

•          230 millones de kg., en producción anual de uva pisquera, destinándose el 48% de ésta a la producción de pisco, y derivándose el resto a  la industria del vino y jugos.

•          250 millones de dólares como registro de venta anual en la industria del pisco, lo que genera alrededor de 65 millones de dólares en impuestos.

•          50 mil trabajadores asociados a la industria, efectuando tareas de producción, elaboración y distribución, proveyendo de insumos y servicios a este sector económico.

 

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