El mejor lugar para ver el eclipse de sol del 2019 será el Valle de Elqui

Esto porque es un lugar privilegiado por sus cielos prístinos, pero además por el gran equipamiento astronómico y turístico que posee.

En Australia, específicamente Trinity Beach, una playa de aguas cristalinas situada en Queensland, se convirtió en el epicentro astronómico del mundo debido al eclipse solar del martes 13 de noviembre. Según estimaciones del gobierno australiano, más de 50 mil personas llegaron al país para observar el eclipse total de sol, el último de su tipo que ocurrirá en el mundo hasta 2015, cuando un fenómeno de similares características ocurrirá en el norte de Europa y en el Polo Norte.

Pese a que las nubes amenazaron el espectáculo, finalmente dejaron ver el eclipse convirtiendo el momento en una fiesta para los aficionados. La sombra cubrió 150 kilómetros y duró poco más de dos minutos.

En Chile, el fenómeno se vio parcialmente. «Esta vez nos tocó verlo en la galería, mientras que los australianos estaban en la platea, ya que pescamos la colita del eclipse», aseguró el astrónomo José Maza, Premio Nacional de Ciencias Exactas y académico de la U. de Chile.

Explicó que en Chile se vio como si al Sol le hubiesen sacado un pedazo, «como el logo de Apple, por lo que fue algo más fome».

Según Basilio Solís, astrónomo del Planetario USACh, el mejor lugar para apreciarlo fue en el archipiélago de Juan Fernández, donde se podía ver el 90% del eclipse.

Los eclipses totales suelen suceder cada dos años. Cuando esto ocurre, ciertas zonas de la Tierra quedan en penumbras y ocurren fenómenos curiosos: los pájaros cantan como si estuviera amaneciendo, se ven estrellas en pleno día y, en el punto cúlmine del fenómeno, se produce el llamado «efecto diamante», donde hay una «especie de resplandor concentrado en un pequeño punto, ya que la Luna no es un círculo perfecto, sino que tiene su propia geografía y montañas, y en algún punto de esa forma irregular se filtra potentemente la luz del sol», sostuvo Maza.

A pesar de que en el mundo ocurren con cierta regularidad, Maza señaló que «si uno no se moviera del lugar en que vive, con suerte vería un eclipse en su vida, ya que ocurren aproximadamente cada 500 años en el mismo sitio».

Chile en siete años más

La larga geografía chilena es una aliada a la hora de poder ver eclipses totales, los que sólo se pueden apreciar en una pequeña franja de aproximadamente 100 kilómetros de ancho.

«De hecho, el eclipse que ocurrió en Chile en 1958 se veía de forma total en San Bernardo, pero parcial en el centro de Santiago», recordó Maza.

El próximo gran evento se producirá el 2 de julio de 2019 en la zona del Valle de Elqui, un lugar privilegiado por sus cielos prístinos, pero además por el gran equipamiento astronómico y turístico que posee.

«La fase de ‘totalidad’ tendrá una duración de 4 minutos y 33 segundos. Algunos eclipses duran sólo unos cuantos segundos en esta fase y los más extensos duran hasta 7 minutos, añadió Maza.

Basilio Solís agregó que antes, el 26 de febrero de 2017, se producirá en el país un eclipse anular (cuando el Sol se ve como un anillo), que por sus características será menos espectacular.

El siguiente eclipse total de Sol se producirá el 14 de diciembre de 2020, y se verá en la zona sur del país.

 El mito de las 72 horas sin luz

Programas de farándula, seudocanales científicos y el video en YouTube de la llamada Princesa Kaoru Nakamuru han alimentado el mito de que entre el 21 y el 23 de diciembre la Tierra se verá sumida por tres días de oscuridad absoluta. Juntan teorías sobre un alineamiento planetario, el solsticio de verano y una mayor actividad solar, para predecir un cataclismo.

«Desde el punto de vista astronómico no va a ocurrir absolutamente nada. Las alineaciones dependen del punto de vista desde el que uno esté mirando y éstas se producen todo el tiempo y tienen muy poca importancia. Es un ciclo natural que no tiene ninguna injerencia con catástrofes», dice el astrónomo Basilio Solís.

 

Salir de la versión móvil